На этой странице Вы можете получить подробный анализ слова или словосочетания, произведенный с помощью лучшей на сегодняшний день технологии искусственного интеллекта:
Chacolí de Bizkaia[3] o Txakoli de Bizkaia [4] (en eusquera Bizkaiko Txakolina) es una denominación de origen española que regula y ampara este tipo de vino producido en el territorio histórico de Vizcaya, incluido en la Comunidad Autónoma del País Vasco, situada a orillas del Cántabrico en el norte de la península ibérica. La zona de producción está constituida por los terrenos situados a una cota de altitud sobre el nivel del mar inferior o igual a 400 m, que estén ubicados en cualquiera de los términos municipales de la provincia y que se consideren aptos.[5] Fue establecida en 1994, estando la sede del consejo regulador en el Palacio Mendibile de Lejona
El término Chacolí-Txakolina es una mención tradicional protegida por la normativa europea.[6][7]
El territorio de Vizcaya es una zona con una fuerte implantación industrial y desarrollo urbano que ha reducido al mínimo el territorio rural y agrícola. Los viñedos destinados al cultivo de la uva que producirá Chacolí de Vizcaya colaboran decisivamente a la conservación del entorno natural de Vizcaya y al mantenimiento del sector agrícola del territorio.
El término 'chacolí' es conocido desde la Edad Media. Con este nombre se conocían los vinos que se producían y consumían en Vizcaya.[cita requerida] [8] El término describe al vino y, al mismo tiempo, a los establecimientos donde se servía, generalmente caseríos con parras y viñedos propios que elaboraban y vendían su producto en el mismo lugar en el que se producía.
Los chacolís de Vizcaya y el chacolí tuvieron gran predicamento durante siglos pero entraron en declive a mediados del siglo XIX en parte por el desarrollo industrial de Bilbao y de Vizcaya, que fue cambiando el paisaje del territorio y en parte por diversas plagas y enfermedades que limitaron la producción hasta dejarla en mínimos.
Aunque el chacolí de Vizcaya se siguió produciendo a pequeña escala, quedó reducido a un vino de consumo doméstico. Fue a comienzos de la década de los ochenta cuando un grupo de bodegueros se agrupó en la llamada Asociación de Chacolineros de Vizcaya (BIALTXA) y con el apoyo de la Administración vasca y de la Diputación Foral de Vizcaya comenzó el trabajo de recuperación de este vino.